“No End of Vinyl” reviewed by Monsieur Délire

No End of Vinyl
This fresh-out record features ten reinterpretations of Pure’s the.end.of.vinyl EP, one of the first records to establish the glitch sound of the label Mego. “Remixers” include Mego cofounder Pita, and also a@, Cindytalk, and Arturas Bumsteinas, among others. Of course, Pure was wrong back then, hence the revised title and these reinterpretations that provide wide-ranging “updates”. After all, the glitch era is behind us now.

via Monsieur Délire

“No End of Vinyl” reviewed by Black Audio

No End of Vinyl
Strangely ironic that this latest album by Pure is titled ‘No End of Vinyl’, yet is released on Compact Disc; however, I do love the embossed triple-folded slipcase that feels like the well-loved grooves of an actual record, which is a nice touch.

As the album states, this is a collection of collaborative works, where Pure has entertained input from various other artists such as Cindytalk, JSX and Goner, to name a few. Some 14 years after ‘The.End.Of.Vinyl.’ released by the mighty Mego label, Pure is paying homage to the label and its interpretation of what they felt the future held for us musically, with tracks that were to be conceived as a set of discs that would fix onto the wax itself.

Opening up with a resonating hum, bursts of sound steadily punch their way into prominence, folding into a wash of industrial machine crunches and noisy ambience. Christian De Babylon remixes ‘The End of Vinyl’ next, with an altogether more electronically charged, almost analogue chopped up programming feast of stuttered beats, guttural IDM and airy pads. Side by side the opposing forces of these first two tracks work well together and provide variation.

The thumping frenetic beat of JSX assists in providing a necessary tension, whilst Cindytalk follow with blistering, yet tempered noise; the former outshining the latter but once again giving the listener a more open installation to view aurally and epitomising what makes this album so listenable as a whole.

Broken up rave, torn apart Dark Ambient, staggered electronica and shattered noises blended in a pot of Industrial glue, ‘No End of Vinyl’ crosses genres whilst still remaining to paint a picture of sounds dripped in black tar. Admittedly there will be parts of this release that won’t sit well with some people, but those who have a wider appreciation of the Industrial umbrella with be thoroughly satiated as the throbbing soundtrack of the collective input of Current 909 and Pure fades into the distance.

9/10

via Black Audio

Futurónica 94

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Episode 94 of Futurónica, a broadcast in Rádio Manobras (91.5 MHz in Porto, 18h30) and Rádio Zero (21h GMT, repeating on Tuesday at 01h) airs tomorrow, August 9th.

The playlist of Futurónica 94 is:

  1. Chris Watson, Haefest (2013, In St Cuthbert’s Time, Touch)
  2. Chris Watson, Lechten (2013, In St Cuthbert’s Time, Touch)
  3. Chris Watson, Winter (2013, In St Cuthbert’s Time, Touch)
  4. Chris Watson, Sumor (2013, In St Cuthbert’s Time, Touch)

You can follow Rádio Zero’s broadcasts at radiozero.pt/ouvir and Rádio Manobras at radiomanobras.pt.

“Never so Alone” reviewed by Revue et Corrigée

Never so Alone
“Le vent s’est levé… C’était d’abord comme la voix d’un espace vide… L’espace soufflant à l’interieur d’un trou, une faille dans le silence de l’air. Puis est monté un sanglt, un sanglt du bout du mone, et l’on s’est aperçu que les vitres tremblaient et qu’en réalité c’était le vent. Puis cela a résonné plus loin, un hurlement sourd, des pleurs dépourvus d’être face à la nuit grandissante, un grincement de choses diverses, une chute de petits morceaux, un atome de fin de monde.” Fernando Pessoa, Le livre de l’intranquillité — Christian Bourgeois. Il était difficile de résister à la tentation de citer Pessoa (ou plutôt Bernardo Soares, son hétéronyme) pour introduire cet album. En dehors de cetter citation, bien d’autres passages du Livre de l’intranquillité auraient pu convenir pour illustrer la mani`re dont Simon Whetham a travaillé ces sons de Lisbonne enregistrés en 2010.

L’eruption du volcan islandais avait contraint l’artiste à prolonger son séjour dans la capitale portugaise. Pour peu que l’on sache en tirer parti, ces moments d’entre-deux faits d’incertitude, d’attente solitaire et de désouvrement peuvent s’avérer particulièrement féconds: ce disque en est un parfait exemple. Simon Whetham s’est mis à arpenter la ville et ses environs, à les ausculter avec sa collection de microphones (micro canon, micros de contact, hydrophones…). Bruits souterrains, métalliques, aquatiques (certainement le Tage), ruissellements, chants d’oiseaux, souffles, carillons… quelques voix humaines aussi, toujours lointaines, toujours perçues à travers le filtre de la solitude; et par-dessus tout cette “voix des espaces vides”, à l’image de la belle photographie de couverture d’Hugo Olim. Les titres des 7 morceaux qui composent l’album (près de 80 minutes en tout) sont évocateurs. Ils traduisent les différentes dispositions d’esprit de l’artiste à mesure que le temps passe. Le vague à l’âme d’un preneur de sons seul et silencieux qui traverse la ville comme un spectre… se disant que les sons qu’il recueille n’auront au moins pas disparu sans laisser de traces. Simon Whetham le dit lui-même: revisiter ces instant révolus pour en faire une composition était à la fois une épreuve, et un soulagement. Tout cela fait de Never so Alone uns expérience d’écoute particulièrement belle et intense.

Yann Leblanc

“Never So Alone” reviewed by Hawai

Never So Alone
“Simon Whetham ha estado capturando y componiendo casi principalmente con field recordings desde que tomó parte en un viaje de investigación a Islandia en 2005”. Desde entonces no ha hecho más que explorar las distintas posibilidades de las grabaciones recogidas en la naturaleza, recopilando incesantemente sonidos vivos y trasladándolos a innumerables registros a lo largo del mundo y a lo largo de diversas plataformas –Entr’acte, Trente Oiseaux, Gruenrekorder, Install, Auf Afwegen, CONV, 1000füssler, Dragon’s Eye, Crónica–. Esta última parece ser el lugar adecuado para presentar estas grabaciones, mismo sitio que ha albergado a, entre otros, Marc Behrens –recién el mes pasado revisamos “Queendom Maybe Rise” (Crónica, 2013) [257].

En el año 2010, una enorme erupción del volcán Eyjafjallajökull en Islandia provocó que por largo tiempo el espacio aéreo europeo estuviera cerrado. Como consecuencia de ello, la estadía de Simon en Lisboa se extendió más allá de lo programado, tiempo en el que “exploró las sonoridades de la ciudad y el campo que la rodea, usando varios de los micrófonos que el emplea en su trabajo”. Un accidente, que en realidad no es más que acto propio de la naturaleza y su constante movimiento tectónico provocaron que el artista sonoro inglés cogiera sus herramientas y se dedicara a inmiscuirse en la ciudad y el ruido que de ella emana. “Never So Alone” es un trabajo extenso –siete piezas que casi completan los ochenta minutos que tiene como límite el CD que lo contiene–, que se prolonga casi hasta más allá de sus propios límites. No existe en el una línea clara, más que el recorrido libre por los espacios de una ciudad y sus alrededores. Desde el silencio más calmo hasta el ruido acuático, uno se interna en un viaje desconocido por los sitios jamás escuchados, esos que la vista impide oír. Normalmente son sonidos recogidos en la soledad, sin la interrupción humana. Quizás de ahí provenga su título. Cuando nadie habla, cuando todo esta quieto, aparece Whetham y sus micrófonos para captar la vida subterránea, el mundo que ha decidido separarse del hombre por voluntad propia, huyendo de su hambre incontenible. Los diecisiete minutos de “Inertia, Rising” transcurren espaciados desde lo oculto, como una enorme brisa que lentamente avanza sobre nuestras espaldas. El hielo se percibe cercano y se pueden ver las olas frías cubriendo el cielo infinito, solo interrumpidas por el canto de unas aves en voz baja. “Además de un micrófono de cañón Sennheiser y dos micrófonos lavalier Tram, que captan sonidos ambientales que cualquier oído humano puede escuchar, Simon utiliza micrófonos de contacto e hidrófonos para exponer las vibraciones sonoras que viajan a través de los objetos a una pastilla electromagnética y un receptor de radio”. Aproximándose aún más a lo imperceptible, Simon rescata la música que fluye bajo el suelo, bajo el nivel del mar. “A Metallic Aftertaste” continúa por los reductos helados, tanto como el metal expuesto al viento, que es a lo que se asemejan estos minutos en el campo de acero y su óxido. “(Interlude, The Suspension Of Time)”, el primero de los dos intermedios responde al viento soplando entre las campanas al aire, los cantos encontrados luego de este trayecto y descanso solitario. “Shifting” sigue la ruta de la desviación metálica hacia los terrenos donde mejor uno se logra sentir, el de la placidez ambiental parcialmente humedecida con gotas de lluvia o cualquier sonido que provenga del agua. Se puede escuchar una nota prolongada, sostenida mientras una cascada decora la amplitud que se propaga sobre el suelo ancho. El ascenso continúa con “A Little Faith”, otros dieciocho minutos que parten de sonidos indeterminados, pero cuando traspasa su primer tercio se dirige hasta los bordes del océano transparente. Aire frío infiltrándose en medio de los pequeños espacios, absorbiendo todo a su alrededor. Paisajes emotivos que se apoderan de la geografía que no logra describir el ruido que envuelve los oídos. El lado más áspero de esta pieza logra transmitirse al segundo intermedio, “(Interlude, Lifesigns/Ashcloud)”, o los sonidos al interior del mar. Señales de vida submarina que se recuestan sobre las plácida arenas. Voces de personas finalmente se oyen, en “Accentuate The Positive”. Electrónica estática entre medio de la fauna silvestre del campo, formando un hermoso contraste de sensaciones. Son registros recopilados tal como estos se desplazan sobre la atmósfera, pero en esto también hay música que de entre la cartografía real, particularmente en estos momentos finales.

“Los materiales sonoros reunidos en Lisboa permanecieron intactos/ inéditos por un rato después que visité la ciudad. Las emociones estaban confusas y las situaciones estaban cambiando para siempre. El trabajo comenzó con estos materiales como un escape catártico, uno que ayudara en el proceso curativo”. Contemplando el paisaje desde la soledad inherente a los artistas cuya vida transcurre entre parajes deshabitados y corrientes de mar helado, “Never So Alone” esconde entre sus grabaciones de campo la melancolía del aislamiento externo que es también la tristeza interior.

via Hawai

“No End of Vinyl” reviewed by African Paper

No End of Vinyl
Als Peter “Pure” Votava Ende des letzten Jahrhunderts mit dem Gebot brach “Du sollst dir kein Bild machen”, dass wahrscheinlich ebenso die Abwehr der zu billigen, der falschen Utopie ist, lieferte er dennoch mit “The End of Vinyl” ein gutes Drone-Album ab.

Das Ende von Vinyl – das schien Ende der 1990er als eine Art rationale Prophezeiung. Beobachtungen und Schlüsse, zu denen jeder Mensch (wenigstens potentiell) imstande ist, und die sich von denen eines “normalen” Menschen nur graduell unterscheiden, ließen vermuten, dass der Musikkonsum vollständig in die Immaterialität (ab)gleitet. Ein Medium wie Vinyl, dass aufbereitet wurde, um die Bedürfnisse und die Launen des (vermeintlichen) Musikliebhabers zu befriedigen, wies mehr als einen Fehler auf, aber schließlich ging bereits Strawinsky dazu über, die von ihm geleiteten Aufnahmen eigener Kompositionen zur verbindlichen Norm für jede Wiedergabe zu erklären. Er komponierte Stücke, deren Sätze gerade so lang gehalten sind, dass sie auf die Seite einer Grammophonplatte passten. Die Sorge des Musikers, sein Werk vor der Willkür des Ausübenden zu bewahren, erfuhr so eine vorher nicht mögliche Steigerung. Musik musste nicht länger in schriftliche Zeichen gepresst werden, sondern konnte als Klang seine Übermittlung finden. Eine Schallplatte ist nicht nur ein Grabstein, der musikalisch einen geschichtlichen Standort besetzt, von dem aus man die Deutung des Überlieferten vollzieht, sondern auch eine Art Spielstein, der für das Entwickeln neuer Klangwelten Verwendung findet. Das es sich dabei nicht einfach darum handelt, dass das was wirklich wird gegenüber dem als unendlich vorgestellten Möglichen vorweg etwas einschränkendes hat und sich so gleich um die Erfüllung der Wünsche bzw. den Inhalt der Wünsche betrogen sieht, spielt für die Mehrheit der Plattensammler eine nicht allzu große Rolle.

So konnte Pure seine Stücke zum Remixen freigeben und die äußeren Vorzeichen des Konzeptalbums in sein Gegenteil verkehren. “No End of Vinyl” geht sogar noch einen Schritt weiter und so erscheint diese Stücksammlung ausschließlich auf dem mittlerweile antiquierten Medium der Compact Disc.

Die Umsetzung der zehn Tacks ist allerdings durchwachsen. Während man bei der ersten Hälfte gut und gern Wilhelm Busch mit dem Ausspruch heranzitieren möchte: “Schön ist es auch anderswo. Hier bin ich sowieso”, dann beginnt dieses Wort besonders in der Erfüllung von Jorge-Sanchez-Chiongs musikalischer Interpretation sich als “Das Untier bin ich sowieso, auch Besitz ergriffen von dem Anderswo” zu entlarven. Allerdings ist die zweite Hälfte deutlich geglückter. Wobei Stück 5 (Goner – “The End of Vinyl”) und Stück 10 (Current 909 vs. Pure – “Never Ending Vinyl”) ein nettes antipodisches Verhältnis aufbauen, in dem sich Pita, Rashad Becker, Arturas Bumsteinas und Opicon nach Herzenslust austoben können. Man vermisst ein Stück von Ilsa Gold. Der wäre doch bestimmt etwas zum Auf- und Niedergehen eines Mediums eingefallen – und sei es ein Blockflöten-Drone.

In diesem Sinne sind sowohl Original als auch Remix als leerer Topos zu verstehen, der vom Raum in die Zeit geschoben wird. Es ist fertig, nur man selbst ist nicht dort oder man ist nicht nur nicht dort, sondern man selbst ist auch nicht bei sich. Es geht um das Benutzen oder Nicht-Benutzen eines Mediums und MP3s lassen sich horten, aber nicht sammeln.

Joris J.

via African Paper

“No End of Vinyl” reviewed by Boomkat

No End of Vinyl
Restless techno visionary Pure, and Portugal’s Cronica label present dissections of his 1999 release constructed from run-out groove crackles, ‘The End Of Vinyl’, from Rashad Becker, PITA, Cindytalk, Christoph De Babalon, and more. The original release was a reflection on what was then thought to be the imminent demise of vinyl. 14 years later it’s still alive and kicking, and ironically it’s now CDs that have taken a nosedive in putative value. So, the artists on ‘No End Of Vinyl’ return to the material, rendering a spectrum of ‘tronics veering between glitch, breakcore, drone and power electronics. Best among them, if only for the title, is Rashad Becker’s ‘Take Me To Your Lead Out’, which sounds uncannily more like a Chris Watson piece made at a bird sanctuary in a warehouse than run-out crackle, and equally Cindytalk’s ‘Miyamizu’ blooms an incredible, microscopic array of visceral textures and wide-open, almost howling space, and Pure’s own ‘Never Ending Vinyl’ treks deep into rarified, darkside industrial headspace.

via Boomkat

Futurónica 93

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Episode 93 of Futurónica, a broadcast in Rádio Manobras (91.5 MHz in Porto, 18h30) and Rádio Zero (21h GMT, repeating on Tuesday at 01h) airs tomorrow, July 26th.

The playlist of Futurónica 93 is:

  1. Ernst Karel, Two (2010, Heard Laboratories, and/OAR)
  2. Lionel Marchetti, La grande vallée (2011, Une saison, Monotype Records)
  3. Ernst Karel, Five (2010, Heard Laboratories, and/OAR)

You can follow Rádio Zero’s broadcasts at radiozero.pt/ouvir and Rádio Manobras at radiomanobras.pt.